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Nuestra propuesta: Supernova Crianza 2015
La bodega familiar Briego es un auténtico hallazgo en Ribera del Duero. Sus vinos muestran la cara más elegante de la región, y son el resultado de una excepcional materia prima. Buscar la elegancia por encima de la corpulencia es su objetivo. Para ello, los hermanos Benito Hernando se nutren de 75 hectáreas de viñas propias, ubicadas entre los mejores ‘terroirs’ de la Ribera del Duero vallisoletana, y apuestan por una elaboración lenta y artesanal.
Supernova Crianza 2015, 100% tempranillo, nace de una añada calificada como Excelente y una de las grandes del siglo XXI. Envejeció 12 meses en roble francés y americano y se embotelló en edición limitada. Intenso y elegante en nariz, combina magníficos aromas de fruta del bosque en confitura con notas balsámicas y especiadas. La boca confirma la elegancia, resultando compacto, sabroso y con una excelente expresión frutal.
Bodegas Briego, artesanía y elegancia en Ribera del Duero

Herederos de una sabia tradición vitícola, los hermanos Benito Hernando -Gaspar, Fernando y Javier- han desarrollado el proyecto Bodegas Briego (1992), situando a sus vinos como fieles representantes del mejor carácter ribereño. Se trata de la familia responsable de reactivar la producción vinícola de Fompedraza, donde se erige su base de operaciones y en donde gestionan 75 hectáreas de viñedo propio, formado por algunos pagos cultivados con cepas de tinto fino o tempranillo que cumplen las siete décadas. Un patrimonio forjado tras reestructurar y recuperar vetustas viñas situadas en los municipios de Curiel de Duero, Peñafiel y Fompedraza; y después de plantar en 1988 nuevas parcelas que hoy ya cumplen las tres décadas.
La búsqueda de los mejores ‘terroirs’ ribereños para el cultivo de la tempranillo permite a Bodegas Briego disponer de viñedos con diferentes exposiciones y orientaciones, tanto en los valles como en las laderas (hasta 910 metros de altitud). Con esta receta basada en viñedos viejos y elaboraciones lentas y respetuosas, nacen tintos de guarda magníficos, donde el tiempo se convierte en fiel aliado para la consecución de auténticos tesoros enológicos,